Decidir tu destino

¿Dónde vamos hoy? Es una de las preguntas que me hago casi todos los días, en ocasiones, varias veces...y es que como instructor de vuelo, siempre he presumido frente a los pilotos de aerolínea de que yo sí podía elegir mi destino, mi ruta y muchas más cosas que un piloto de aerolínea no puede hacer.

Esta libertad, me ha ofrecido la posibilidad de sobrevolar y visitar lugares increíbles como la sierra de Madrid, el valle del Jerte, la cordillera Cantábrica, el delta del Ebro o ciudades como Segovia, Ávila, Toledo, Málaga, Granada...y otras muchas más.

Y es que no puedo hacer otra cosa que sentirme afortunado por poder tener la oportunidad de decidir mi destino todos los días. A veces me doy envidia a mi mismo. Me descubro mirando por la ventanilla embobado con el paisaje, playas, montañas, mar, carreteras, ríos, ciudades...cada vez es diferente... reconozco que me gusta mucho ver los trenes circulando desde el aire, es como ver una maqueta a tamaño real.
Málaga la bella.

A veces cuando sobrevuelo las playas siento cierta envidia de la gente que anda bañándose en el mar, pero luego lo pienso y digo...si estuviese en la playa y viese la avioneta querría estar arriba...
Murcia - San Javier, con su torre junto al Mar Menor.
Este mes he volado todo lo volable y más, estoy contento. Me siento cómodo arriba, tanto es así, que apenas tengo tiempo de escribir, y aunque a alguno de mis lectores no le guste, creedme que si no escribo es porque paso mucho tiempo en el aire, afortunadamente.

He tenido la oportunidad de visitar a mi madre en Madrid unos minutos y volverme volando, ¿quién puede decir eso? Puedo decidir mi destino y me siento muy afortunado, volar te ofrece oportunidades así.

Hace unos días pude viajar el estrecho, fue toda una experiencia, una infinidad de grandes barcos, cada uno con su rumbo, llenando el estrecho como si de una autovía con atasco se tratase. En un lado, Europa con España y Gibraltar, del otro, África con Marruecos...tenía la sensación de estar en un lugar muy singular y con mucha historia.
Gibraltar y su pista.

Pocos días antes, también pude sobrevolar de nuevo La Alhambra, en Granada...no os puedo describir la sensación...un día tengo que intentar ver atardecer desde allí arriba, aunque me tendrán que dejar aterrizar de noche en Granada... o en algún sitio jajaja...
La Alhambra, no necesita descripción...

En fin...estoy disfrutando mucho de Málaga, dentro y fuera de un avión. No puedo ocultarlo.

Queridas aerolíneas...¿me podéis ofrecer algo mejor que esto?

Trabaja en lo que te gusta y no volverás a trabajar nunca... :)
Buenos vuelos, y elegid siempre vuestro destino. :)

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