Enseñar y ser enseñado

Desde que me adentré en el mundo de la instrucción, a través del curso de instructor de ultraligero, he comenzado a percibir mi enseñanza de otro modo, a analizar la instrucción que recibo y la que reciben mis compañeros, los alumnos a los que he tenido la suerte de dar clase y en general cualquier proceso de instrucción.

Ya lo he comentado en otra ocasión, no todo el mundo vale, ni para enseñar, ni para aprender. Irónicamente me he enterado de que uno de los que no valían para aprender, se está preparando para enseñar...lo cual demuestra que tu instructor puede ser alguien que tiene una habilitación en su bolsillo, pero no sabe hacer la O con un canuto. 

Como alumno tienes la responsabilidad de extraer el máximo de tu instructor, absorber todo su conocimiento y llevarlo a la práctica. Pero esto no siempre es así, y es entonces cuando te ves sólo ante el peligro, y puedes optar por no hacer nada y ser algo incluso peor que un piloto mediocre o puedes tomar la iniciativa y convertirte incluso en autodidacta.

Habré pasado por más de 20 instructores de vuelo a lo largo de mi todavía etapa de formación, unos me quitaban los mandos en vuelo sin necesidad, otro me corregía erróneamente, otro trataba de ocultar su falta de conocimientos...mil situaciones en las que puedes valorar a tu instructor.

Con el tiempo, he ido agudizando ese "sexto sentido", al final, en poco tiempo te das cuenta de si ese instructor vale o no vale.

Pero, ¿Qué hacer si tu instructor no vale?

En una entrada anterior, daba las gracias públicamente a varias personas que han fomentado mi crecimiento como piloto. No voy a dar nombres ni pistas sobre los peores. No es necesario.
Pero existen, y también la lista incluye una buena cantidad de nombres. Lo importante es saber identificar este problema lo antes posible y tratar de poner remedio con la mayor celeridad posible.

Una vez identificas que tu instructor no está a la altura debes buscar distintas vías. La más simple es elegir otro instructor de la escuela. No conectamos igual con todas las personas, y por tanto, no conectamos del mismo modo con todos los instructores. Que no conectemos no siempre supone que el instructor sea malo, pero es labor del instructor llegar a sus alumnos por muy diversos que sean.
No siempre tenemos la posibilidad de cambiar de instructor, aquí el problema puede llevarnos al estancamiento. Es cuando debemos tomar la iniciativa y comenzar a nutrirnos de información por otras vías, libros, manuales, etc... En internet encontraremos miles de documentos e información, tanto es así que puedes aprender desde cómo hacer una pérdida en una avioneta a cómo arrancar un airbus desde "cold & dark". Tanta variedad de información es positiva, pero a su vez, puede resultar errónea, no toda la información de la red es fiable. Es por ello que si estás estudiando una licencia de piloto te recomiendo acudir a libros o manuales de reconocido prestigio antes que a manuales de dudosa procedencia. 

Está en tu mano convertirte en un buen piloto, tienes las herramientas, tal vez no siempre tengas las herramientas delante, pero sí las tienes a tu alcance casi siempre. Un instructor debe ser tu apoyo y tu guía, pero no te bases en tu instructor para aprender. Los instructores no somos perfectos, no siempre tenemos respuestas y mucho menos tenemos siempre la razón. 

Instrúyete y busca tu propio camino en tu aprendizaje!

Buenos vuelos!

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